¿Has oído hablar alguna vez del síndrome del impostor y no sabes qué es exactamente? Aquí te doy la definición del síndrome del impostor y te explico cuáles son los “síntomas” o los indicios de que este problema puede estar afectando a una persona.

Síndrome del impostor: definición

El «fenómeno del impostor» fue descrito por las psicólogas americanas Pauline Rose Clance y Suzanne Imes en 1978. En su etapa como profesoras, empezaron a observar que muchos de sus mejores estudiantes universitarios tenían dudas excesivas acerca de sí mismos y de sus capacidades.

A Clance y a Imes les intrigaba que estos estudiantes, tan brillantes, con tan buenas notas, que se habían ganado con mucho esfuerzo el derecho a estudiar en esas universidades, vivieran con el sentimiento de ser un farsante y con el miedo a que sus profesores y sus compañeros descubrieran que, en realidad, no eran ni tan inteligentes, ni tan capaces.

Investigando esta experiencia, descubrieron que también se daba en profesionales que obtenían éxitos y muy buenos resultados, o incluso excepcionales, en su área de trabajo.

Fue así como acuñaron el término “fenómeno del impostor”. En su definición de síndrome del impostor (como se le conoce popularmente), la persona piensa que es una farsante, un fraude: cree que ha “engañado” a la gente, porque les ha hecho creer que tiene más talento del que realmente tiene.

Más síntomas del síndrome del impostor

Otro síntoma del síndrome del impostor es, por ejemplo, que esa persona, por muchos éxitos académicos o laborales que tenga, por muy positivo que sea el feedback que le dan, no cree que sea merecidos, sino producto de la suerte, o de la bondad de otras personas.

Generalmente, también se autocritica muy a menudo. Sus esfuerzos le parecen insuficientes, encuentra fallos en todo lo que hace, y los vive como un fracaso. Pero lo peor es pensar que los demás descubran esos fallos. La persona que se siente como un impostor vive con miedo a que lo “descubran”, y se imaginan que quedarán fatal cuando eso pase.

Por último, otro síntoma del síndrome del impostor es que cuando algo le sale bien, tampoco es capaz de disfrutarlo. Simplemente lo vive con alivio, como un momento de respiro, antes de enfrentarse al siguiente desafío.

¿Es malo tener el síndrome del impostor? ¿Está incluido en el DSM-5?

Existe una definición del síndrome del impostor, sin embargo, no está reconocido como una patología o trastorno mental en el DSM-5, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales publicado por la Sociedad Americana de Psiquiatría, que no es sino un manual que recoge todos los trastornos y afecciones mentales reconocidos actualmente.

Es más: es normal e incluso deseable sentir algo de preocupación, inseguridad, e incluso una cierta presión, cuando nos enfrentamos a una tarea o trabajo difícil, o complejo. Es esa preocupación la que nos empuja a esforzarnos y a producir buenos resultados.

Si embargo, estudios sobre el tema han encontrado una relación entre el sentimiento de impostor y problemas tales como la ansiedad y la depresión. En estos casos, la persona que se siente como una farsante, se siente excesivamente presionada para obtener buenos resultados, vive como un fracaso personal todos los fallos que piensa que comete, y se angustia pensando que va a quedar fatal cuando los demás descubran que no es tan inteligente. Además, quizás se esfuerza y trabaja tanto para demostrar que es lo suficientemente válida, que puede acabar agotada y quemada.

Otras personas con sentimiento de fraude, pueden sentirse cohibidas a la hora de negociar un sueldo justo, no atreverse a pedir un aumento de sueldo, o no presentarse a determinados puestos de trabajo, porque piensan que no darán la talla. En estos casos, el fenómeno del impostor tiene un efecto perjudicial en los ingresos de la persona, quien además puede sentir vergüenza y resentimiento por no luchar por un puesto o una remuneración que podría llegar a conseguir.

EXTRA: descárgate mi guía «Vence a tu Crítico Interior, donde te doy mis pautas para no dejarte hundir por este «personaje».

Qué hacer con el síndrome del impostor

Si te sientes continuamente que no estás a la altura, que estás trabajando o esforzándote demasiado, que no puedes relajarte un momento, y que los demás acabarán dándose cuenta de lo imperfecto que eres, te recomiendo que consultes a un profesional de la psicología para iniciar un proceso de terapia.

Examinarán contigo si hay otros problemas asociados, tales como la ansiedad o la depresión y te darán herramientas para que puedas superarlos.

Además, te ayudarán a que esa preocupación y motivación por obtener buenos resultados pueda seguir presente, y que siga ayudándote a prestar laboral o académicamente, sin que llegue a dominar tu vida y arruinar tu equilibrio mental y emocional.

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Me llamo Noela Souza, soy psicóloga en Ibiza y también tengo consulta online. Mi misión es ayudar a las personas que se sienten pequeñas a vivir vidas grandes.

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